¿EXPERIMENTAS UNA SENSACIÓN DE INSATISFACCIÓN CRÓNICA?
“No tengo ningún problema, pero… algo falla”
¿Te suena?.
¿Te suena esa sensación de que por muchas piezas que tengas colocadas en el puzzle, siempre falta una? ¿Ese huequecito que no acaba de completarse por más que busques la forma de rellenarlo? ¿Esa crónica sensación de insatisfacción?
Como una sensación de vacío y miedo, que aparece al alejarte del bullicio y quedarte sola/o…
Como si algo no acabase de estar en su sitio…
Es difícil definirlo y al intentarlo decimos “no sé… lo tengo todo, pero… falta algo”.
VIVIMOS EN LA ERA DEL LUJO… y de la insatisfacción.
Mira a tu alrededor y contempla los objetos que te rodean. Tu ordenador, tu móvil, el sillón en el que estás sentad@, tal vez el asiento del metro en el que te desplazas, las zapatillas específicas para ir a correr, o las específicas para ir al gimnasio, el calefactor que te calienta los pies en el trabajo, o el vaso de agua que tu nevera enfría a 3º.
Imaginariamente, hazlo desaparecer todo, y sitúate frotando dos trozos de piedra para que prenda un manojo de hierba seca y así poder hacer tu comida de hoy. Imagínate sorbiendo sopa de un mismo plato compartido entre los miembros de tu familia, o lanzando por la ventana el contenido de tu orinal. Imagínate lavando con ceniza u orina tus dos únicos vestidos. Recogiendo agua de un arroyo en invierno y caminando cargad@ con ella durante algunos kilómetros para llevarla a casa.
Así se vivía aquí hace siglos y por desgracia también hoy en muchos puntos del planeta. Si puedes imaginarlo y comparas ambas situaciones, entonces estarás de acuerdo conmigo. Hoy día tú y yo, vivimos en pleno lujo. Sólo mirando a tu alrededor verás que tienes todo cuanto puedes necesitar para que en este momento tu vida sea más cómoda.
COLECCIONAMOS EXPERIENCIAS.
En nuestra sociedad occidental el desarrollo ha sido de vértigo. Pero no sólo a nivel material. También a nivel de experiencias tenemos ya todo un extenso repertorio vivido, convencidos de que cuantas más experiencias, más cerca estaremos de lo que es vivir en plenitud.
Hacemos de todo; nos apuntamos a todos los talleres, practicamos todos los deportes, vamos a todos los eventos, aprendemos todos los idiomas, evitando quedarnos quietas/os, porque nos han dicho que la Hiperactividad es sinónimo de Vida, y la Quietud de No-Vida.
No obstante, a pesar de la abundancia material, desarrollo tecnológico y de disfrutar de tantas experiencias sensitivas como deseamos… seguimos sintiendo una insatisfacción personal crónica … ¿porqué seguimos teniendo esa sensación de ‘sed’?
EL ORIGEN DE ESE SENTIMIENTO DE INSATISFACCIÓN CRÓNICA.
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Podría decirse que en la sociedad en que vivimos, lo extraordinario es no sentirlo.
Desde el mismo momento en el que tomamos consciencia de nosotr@s mism@s y tan pronto como las necesidades fisiológicas, de seguridad y de vínculo afectivo con los progenitores que se dan en la infancia, trascienden a las necesidades sociales de afiliación y reconocimiento, comienza nuestro desagrado.
Necesitamos sentirnos parte de una comunidad. Pero además también agradar y sentirnos especiales.
Y en una sociedad como la nuestra, agradar y sentirse especial muchas veces implica la necesidad de tener el mayor número de cosas posible. ‘Cosas’, no sólo como objetos materiales. También intelectuales, emocionales, sociales… Y esa necesidad es una inagotable fuente de descontento y malestar personal.
Comienza la carrera del burro que persigue su zanahoria y cuyo deseo no sacia, porque al día siguiente volverá a tener otra ante sus ojos y no se conforma con la que acaba de conseguir.
Comienza la odisea de alcanzar la realización personal a base de llenar nuestras vidas de más y más cosas, que en breve necesitarán ser reemplazadas porque no son la pieza del puzzle que falta.
¿Y si estamos buscando en la dirección equivocada?
UNA SOLUCIÓN A LA INSATISFACCIÓN VITAL.
Hasta ahora, nos hemos ocupado de cubrir y asegurar todas aquellas áreas en las que pensábamos que se encontraría la clave de la realización personal. Áreas que se encuentran afuera de un@ mism@.
Pero ha quedado una al descubierto que nunca se nos dijo que debíamos atender: Nuestra mente y nuestras emociones.
Y es hora cuando comenzamos a percibir que a pesar de que tenemos todo lo material que podemos necesitar, existe una carencia.
Comenzamos a darnos cuenta que tal vez nos estábamos equivocando en la dirección de la búsqueda.
Comenzamos a buscar dentro lo que no encontramos fuera.
No hay más que ver la infinitud de terapias, cursos, y talleres que se están desarrollando para dar respuesta a una demanda cada vez mayor. La del trabajo interior.
Meditación, Atención plena, Despertar de la Conciencia; son una puerta a un espacio interior en el que puedes encontrar una pieza importante para completar ese algo que falta aun cuando lo tienes todo.
Si lo que has leído “te resuena”, y quieres comprender qué es la meditación y porqué decimos que es una puerta hacia el interior, te invitamos a que pinches en el enlace anterior y sigas indagando!!
Ramiro Calle, precursor del Yoga en España en los años 70, habla sobre el tema de la Insatisfacción en el siguiente post. Nos ha parecido muy interesante… te dejamos este enlace en el habla de la serenidad y el desasosiego
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